En temas de cuidado de la piel, las japonesas son expertas y eso se ve en el rostro tan blanco, terso y luminoso que poseen. Factores como la genética – cuentan con un mayor índice de colágeno-, el clima húmedo en el que residen y la dieta – la gastronomía japonesa se caracteriza por ser baja en grasas y rica en proteínas- ayudan a una piel radiante, pero las japonesas practican una serie de trucos que garantizan que las occidentales nos pongamos verdes de envidia.
Equilibrante en lugar de tónico
El ritual de belleza de una mujer japonesa comienza con una aplicación de leche limpiadora con el que se aseguran de retirar la suciedad de nuestro rostro. Continúan con jabón o una espuma limpiadora y finalizan con una loción equilibrante, que profundiza el tratamiento.
Uso de productos blanqueantes
En las tiendas de cosmética japonesas es común encontrar con productos blanqueantes en lugar de polvos de sol. ¿La razón? La piel asiática tiende a mancharse más que las occidentales.
Ir a un punto de energía
Al salir del trabajo o durante el fin de semana, muchas japonesas aprovechan para ir a correr o relajarse en un manantial. Un punto de recarga de energía.
Mascarilla en la bañera
Uno de los productos que más utilizan son las mascarillas y las aplican mientras se toman un relajante baño.
Batidos verdes
Para darle a la piel un plus de antioxidantes, muchas japonesas desayunan batidos de frutas y verduras.