Con motivo del Día Mundial Sin Alcohol vamos a hacer un repaso por las principales consecuencias que tiene el consumo de alcohol en nuestra piel. Y es que, aunque no nos paremos a pensarlo, el alcohol puede deteriorar la salud y la estética de nuestra piel.
El consumo excesivo de alcohol dejará las siguientes marcas en nuestra piel:
- Vitamina A: El alcohol contrarresta los beneficios de la vitamina A, esta vitamina colabora en la hidratación de la piel, además es rica en antioxidantes, que como bien sabemos son indispensables para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Por lo tanto, la falta de la acción de esta vitamina va a favorecer la aparición de arrugas y líneas de expresión.
- Colágeno: El alcohol interviene en la producción de colágeno, la principal consecuencia es la pérdida de firmeza y elasticidad. Lo que, al igual que ocurría en el punto anterior, fomenta la aparición de arrugas y líneas de expresión.
- Vasos sanguíneos: El alcohol hace que los vasos sanguíneos se dilaten, esto incluye aquellos que pasan por nuestro rostro presente rojeces.
- La tiamina: Es otro de los puntos que se ve afectados con el alcohol. La principal función de la tiamina es la reparación de tejidos, colaborando en la cicatrización de heridas.
- Celulitis: Debemos saber que el alcohol favorece a la retención de líquidos, una de las principales causas de la aparición de la celulitis.
Esto, unido a la pérdida de luminosidad de la piel, son las principales consecuencias para nuestra piel del exceso de alcohol.