Con las subidas de temperatura son muchos los que ya piensan en el verano y empiezan a planificar sus vacaciones. Pero entre los preparativos no solo está el elegir los días de descanso o el lugar de destino. También llega el momento de apuntarse al gimnasio y ponerse a dieta.
Aunque lo recomendable sea acudir al médico, hay personas que deciden quitar de su alimentación ciertos productos que, si bien ayudan a reducir calorías, no resulta beneficioso para su piel.
Así ocurre, por ejemplo, con aquellas personas que siguen una dieta baja en grasas. Los alimentos ricos en ácidos grasos monosaturados y polisaturados, como las nueces, los aguacates, las aceitunas o los pescados grasos, ayudan a que tengamos una piel radiante.
Por su parte, prescindir de productos procesados de trigo reduce la presencia de azúcar y la generación de glicación de colágeno y piel flácida, mientras que aquellas personas que deciden seguir una dieta vegana se beneficiarán de los antioxidantes y los fitonutrientes que encontramos en frutas y verduras.
Eso sí, al no comer carne y huevos, su piel sentirá los efectos de no contar con suficientes proteínas y buenos niveles de vitamina B12.