En el mercado actual existen opciones para todos los gustos en los diferentes aspectos de nuestra vida, incluso en la ducha. Podemos encontrar una gran variedad de productos de higiene personal pensados para ayudarnos a limpiar nuestra piel. Entre todos estos productos los jabones y los geles son unos de los más destacables hay personas que prefieren las pastillas de jabón, mientras que otros se encuentran más cómodos utilizando gel de ducha. Pero, ¿existe una opción más apta que la otra?
Las pastillas de jabón a menudo salen más económicas puesto que son cunden mucho en la ducha, además puede darnos la sensación de una gran limpieza. Sin embargo, pueden suponer un problema en lo referente a la hidratación de nuestra piel. Para entenderlo debemos hacer referencia a su composición, a la hora de elaborar el jabón se debe utilizar una grasa, ya sea de origen vegetal o animal y un producto alcalino, a menudo sosa caústica. Estos componentes pueden hacer que nuestra que sintamos una gran limpieza en nuestra piel, esto es debido a que se elimina una capa de la grasa natural de nuestra piel.
Si se elimina demasiado de esta grasa natural de nuestra piel puede perder hidratación. A diferencia del jabón, muchos geles corporales tienen en cuenta la hidratación incorporando aceites que ayudan a evitar que se seque.