El contouring es una técnica de maquillaje que se utiliza para esculpir y definir los rasgos del rostro, creando la ilusión de una estructura ósea más definida. Al aplicar productos de diferentes tonos, es posible resaltar ciertas áreas del rostro mientras se minimizan otras, logrando así un efecto tridimensional que realza la belleza natural.
¿Cómo Funciona el Contouring?
El contouring se basa en el uso de sombras y luces para dar forma al rostro. Generalmente, se utilizan dos productos principales:
- Tonos oscuros: Se aplican en las áreas que se desean «hundir» o hacer menos prominentes, como los laterales de la nariz, las sienes, debajo de los pómulos, y la línea de la mandíbula.
- Tonos claros (iluminador): Se aplican en las zonas que se desean resaltar, como la parte superior de los pómulos, el puente de la nariz, el centro de la frente y el arco de cupido sobre los labios.
¿Cómo Aplicar el Contouring?
- Prepara la piel: Comienza con una base de maquillaje que iguale tu tono de piel. Esto servirá como lienzo para aplicar el contouring.
- Aplica los tonos oscuros: Utiliza un producto en crema o polvo, y aplícalo en las áreas que deseas definir. Usa una brocha angular para mayor precisión.
- Aplica los tonos claros: Con un iluminador, resalta las áreas mencionadas anteriormente. Puedes utilizar los dedos o una brocha pequeña para aplicarlo.
- Difumina: Es crucial difuminar bien los productos para evitar líneas duras y lograr un acabado natural. Usa una esponja de maquillaje o una brocha para suavizar las transiciones entre los tonos.
- Sella con polvo: Finalmente, sella tu maquillaje con un polvo translúcido para que dure todo el día.
El contouring es una técnica poderosa que, cuando se aplica correctamente, puede transformar tu rostro y acentuar tus mejores características. Con práctica y paciencia, puedes dominar esta técnica y conseguir un look profesional en casa.