La diabetes es una enfermedad crónica que se produce cuando nuestro organismo produce un exceso de glucosa debido a un problema de a la hora de regular la insulina. Esta enfermedad tiene consecuencias en muy diversos aspectos de nuestra salud, entre ellos nuestra piel.
La piel de personas diabéticas es suceptible a lesiones e infecciones debido al mal funcionamiento de las células de defensa contra hongos y bacterias.
La primera afección es la sequedad en la piel, ya que si el nivel de glucosa en sangre es alto, el cuerpo pierde líquido. La piel seca, si no se trata, puede agrietarse y de esta forma los gérmenes pueden entrar y causar infecciones. Por otra parte, puede disminuir la cantidad de sudor, aunque parezca beneficioso, esto es agrava el problema de sequedad ya que mantiene la piel suave y humectada
Algunos de los problemas dermatológicos más frecuentes en personas que padecen diabetes serían: piel amarilla, dermopatía diabética, necrobiosis lipoídica, bullosis diabeticorum, granuloma anular, eritema diabético.
Es por ello, que las personas que sufren esta enfermedad deben tener en cuenta una serie de recomendaciones con el fin de evitar sus consecuencias:
- Utilizar jabones neutros y secarse siempre muy bien
- Uso de lociones o cremas para mantener la piel húmeda
- Ingerir gran cantidad de líquidos
- Usar ropa interior de algodón para que el aire circule mejor por el cuerpo
- Mantén un examen exhaustivo de tu cuerpo y asegúrate de que no haya áreas con rojeces, secas o irritadas
- Consulta siempre a especialistas del cuidado de la piel y sigue sus instrucciones
Siguiendo estas recomendaciones podremos evitar los efectos negativos de la diabetes en nuestra piel.